jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Debemos cuestionar el divorcio o el matrimonio??

Estimados amigos:

Con motivo del magister que estoy cursando, me parece pertinente compartir este artículo que tuve que escribir para el mismo y cuya temática ya esbozamos en el título de este post, ¿Quién está en crisis, el divorcio o el mismo matrimonio?

Planteaba yo allí...


Muchas son las razones de las que se puede hablar sobre el divorcio en nuestro país.     De hecho, se habla de 4 principales causas, (infidelidad, VIF, problemas económicos y la inmadurez e individualismo) pero a juicio de quién esto escribe,  habrán tantas causales como parejas a punto de divorciarse existan.

Para partir, debo manifestar que las mencionadas causales referidas como principales son aplicables principalmente a nuestro mundo occidental. En otras culturas, la infidelidad no sólo no es causal de divorcio, sino que además es bien vista; lo que consideramos como inmadurez, se hace en relación a lo que la sociedad espera; y la vif en otras culturas es plenamente aceptada y referida a aquella asimetría de poder.

Pero en el más estricto rigor, cualquier problemática podría ser  causal de un quiebre en la medida que los protagonistas no estén preparados para afrontar el conflicto, y esto dirá profunda relación con el cómo perciben el mismo

Pongamos ejemplos desde el punto de vista del ciclo de vida familiar:

En la constitución de la pareja, cada uno llega con su propia idea de lo que debe ser una familia, los roles que cada uno debe de cumplir y las normas que deben imperar. La suegra que no deja tranquila a la nuera forma parte de un ejemplo de estos casos en que los límites no están bien definidos. Ahora bien, si la mencionada nuera replica modelos de su familia de origen en que se consideraba natural esta intromisión es probable que no redunde en un conflicto

En la etapa de nacimiento de los hijos, los roles que cada uno jugará podrán suponer un conflicto en la medida que haya diferencias de valores. Mujer que trabaja ante solicitud de quedarse con los hijos por parte del cónyuge podría dejar de ser un conflicto en la medida que ante una situación de cesantía el trabajo de la mujer sea el único sostén familiar.

Lo que se trata de decir es que la percepción del conflicto será fundamental para minimizarlo

Y esta percepción se verá inevitablemente influenciada por la comunicación al interior de la familia, la que se afectará a su vez por la interpretación de las conductas del otro desprendiéndolas del contexto en que estas se dan; por suponer que el comportamiento de los demás se rige por las mismas motivaciones y reglas que de quién juzga, y la toma de decisiones basada en la emocionalidad

Es entonces que en este contexto, se desarrollarán vínculos sólidos en la medida que estén basados en el respeto por la otra persona, entendiendo que tienen los mismos derechos pero aceptando que el otro es distinto y con una adecuada expresión de sentimientos valorando la existencia del otro.

Analizado lo anterior, que dice relación con las causas de la disolución de una pareja, surge entonces la pregunta… ¿Debemos valorar el divorcio? ¿Lo debemos considerar malo? ¿O bueno?
A juicio de quien esto escribe no es recomendable hacer valoraciones sobre un tema general, sino que por el contrario, si hemos de analizar, lo debemos hacer para cada caso en particular tomando en cuenta  la multidemensionalidad y subjetividad en la que se encuentra inmersa cada familia
Pero entonces la pregunta que salta inmediatamente a continuación, ¿si aceptamos como una de las funciones de la familia la de socialización y protección psicosocial de sus miembros, ¿afectará el quiebre de pareja en el desempeño de estas funciones, al transformarse a una familia monoparental?
Para quién escribe la respuesta es no.  Aún reconociendo lo traumático que eventualmente puede resultar para los hijos el quiebre de la relación de pareja de sus padres, superado el momento natural de duelo, el padre que se haya hecho cargo de la custodia de los hijos en la mayoría de los casos podrá seguir cumpliendo esas funciones y mantener una familia funcional en un ambiente de adaptabilidad, cohesión y comunicación.
La interrogante por lo tanto no parece ser que tan preparados estamos para un quiebre de pareja, sino más bien, que tan preparados estamos para formar una, y que grado de funcionalidad hemos desarrollado en ella, dado que por ejemplo, si hemos desarrollado adecuadamente la comunicación, la crisis del nido vacío es poco probable que lleve a un quiebre en la pareja.

En ese contexto, es necesario que todos los miembros de la familia deban desplegar herramientas comunicacionales que les permitan desarrollar confianzas básicas para ver los conflictos no como obstáculos, sino como eventos que abren la posibilidad de crecimiento personal y grupal, porque si estos conflictos  se evitan, se pueden proyectar sobre otras personas las tensiones acumuladas.

Al analizar el tema, siguiendo la lógica de las preguntas anteriores, lo importante será lo que la familia considere importante. Cuando vuestro servidor  iniciaba su práctica profesional, le tocó atender a una familia en gran situación de vulnerabilidad, que una de sus grandes prioridades era el tener un hijo. Lamentablemente no podían por una situación médica referente a él.

El camino de la adopción no era viable por su precariedad económica y social, y los costosos  tratamientos de fertilidad in vitro estaban fuera de su alcance. La situación se tensionaba ante el sentimiento de inferioridad de él, lo que causaba grandes conflictos en la pareja.
En una de las visitas domiciliarias,  la pareja recibió a quién suscribe con vivas muestras de alegría  manifestando que por fin ella estaba embarazada. Ante la pregunta de cómo lo habían hecho,  la respuesta fue que habían recurrido a su vecino, amigo y compadre (ellos eran padrinos del hijo de los vecinos), el que engendró al futuro hijo de manera natural.

La pareja estaba feliz, y agradecida del vecino.  Por fin iban a ser padres.
Y vuestro humilde servidor (bastante a su pesar, se debe decir), debió de seguir felicitándolos.

El caso da para ratificar la afirmación de que lo que es importante para una familia no lo es para otra, por lo tanto, no podemos juzgar a priori la conveniencia o no de un divorcio, como tampoco catalogarla de disfuncional.
Al analizar la situación globalmente, nos encontramos con que la tasa de divorcios en Chile aumenta, como también lo hacen las familias monoparentales, lo que evidentemente responde a cambios globales en la sociedad en la que nos encontramos inmersos, los que han sido suficientemente analizados en este blog. Y esto trae como consecuencia un cambio en la manera de concebir a la familia.

Se plantean cambios de la naturaleza misma del cambio, y esto es consecuente con el aumento de la tasa de divorcio.

Pero a juicio de quién escribe, esto no necesariamente refleja una crisis en las relaciones de pareja que trae aparejados más divorcios, sino que refleja el cuestionamiento a la institución misma del matrimonio.
Lo que no se plantea, es que además del aumento de la tasa de divorcios,  existe un importante aumento de la conformación de familias, parentales o no,   que no pasan por el registro civil a realizar el contrato.

Cito textual (matrimonio y convivencia a la luz de la encuesta bicentenario, Viviana Salinas Ulloa, Instituto de sociología, Seminario encuesta bicentenario 2008):


Cambios en las Formas de Unión

• Familia nuclear fundada en el matrimonio menos frecuente

• Retraso del matrimonio

• Disolución de uniones

• Convivencia más frecuente

• En este contexto, vale la pena preguntarse cómo se vive y qué significa la convivencia hoy en Chile

Legitimidad de la Convivencia

Solo 41% acuerdo con “las parejas que conviven deberían casarse cuando deciden tener un hijo”

• Solo 36% acuerdo con “yo les aconsejaría a mis hijos que no convivan antes de casarse”

• Aumento en la legitimidad desde 2006. En todos los grupos socioeconómicos

• Legitimidad de la convivencia más fuerte entre los más jóvenes

• Encuesta Mundial de Valores muestra una tendencia similar: aumento en la  proporción que cree que el matrimonio es una institución pasada de moda (de 15% a 30% entre 1990 y 2000)

Etapas Difusión de la Convivencia

• Kathleen Kiernan ha propuesto cuatro etapas (2002):

– Práctica vanguardista

– Prueba antes del matrimonio

– Aceptación social de la convivencia

– Indiferencia entre convivencia y matrimonio.

Etapas Convivencia en Chile

• Depende de la prevalencia y la legitimidad

• Prevalencia de la convivencia en aumento, pero aún baja.

Legitimidad en aumento, más cuestionamiento a la fortaleza del matrimonio

• El matrimonio no se asocia fácilmente a felicidad

• Sin embargo, las personas casadas efectivamente se declaran más felices que los convivientes (36% vs. 42%)

• Según la tipología de Kiernan, una alta proporción de nacimientos extramatrimoniales es señal de alta legitimidad de la convivencia

• Chile tiene una tasa muy alta de nacimientos extramatrimoniales (similar a Suecia en 2004). En 2005, 58% de los niños nacieron fuera del matrimonio

• Este indicador pondría a Chile en una etapa avanzada de la difusión de la convivencia


En relación a lo anterior, no es dable cuestionarse el divorcio, sino más bien el matrimonio, a la luz de los cambios en la naturaleza del cambio social.

¿Qué se podría esperar para el futuro en el mediano plazo?

Dejando de lado las razones basadas en creencias religiosas, (cuya caída merece un trabajo de final de módulo por sí sola), el matrimonio sólo se justificaba como medida de protección económica para los hijos o cónyuges. Pero ya en la última parte del pasado siglo se estableció que todos los hijos son iguales ante la ley, estando dentro o fuera del matrimonio;  y por otro lado la mujer irrumpe con fuerza en el mundo laboral lo que la hace poseedora de sus propios bienes 

Ambos factores hacen menos necesaria la Institución del matrimonio, situación que se intensificará con el tiempo obligando a nuevos cambios de paradigmas, sólo comparable a lo que ocurrirá cuando se acepte y aliente la homosexualidad como medio de control de la natalidad

Un abrazo, el equipo de Nocruceselrioconbotas.NET

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