Estimados amigos:
El tema de las creencias personales y la intervención profesional es un tema de largo debate y que ya hemos tratado en reiteradas ocasiones en este blog radial.
En nuestro diario recorrido por Internet, nos encontramos con una interesante reflexión digna de ser compartida
Una reflexión:
Respecto a varios post recientes, me llama la atención que muchos defiendan sus posturas personales señalando que debemos intervenir libres de prejuicios, como estrategia para desprestigiar opiniones distintas a las propias. Como respondí a alguien, dentro de una epistemología positivista te enseñan la intervención libre de prenociones y prejuicios. Pero si te enmarcas desde un planteamiento dialectico fenomenológico, crítico o sistémico, existe imposibilidad de dejar fuera las creencias personales al momento de realizar intervenciones. Sin embargo, es en ese punto donde debe ser incorporada la habilidad ética consistente en no poner tus creencias por encima de las de los sujetos de intervención, sino que ayudarles a tomar las mejores decisiones dentro de sus posibilidades.Tanto es así, que una las bases de una intervención social fundada don los pilares éticos e históricos, así como la ideología institucional, válidos también a nivel personal: tu intervención estará marcada por tu historia profesional, historia de vida, trayectoria académica y convicciones profesionales.Tomando en cuenta lo anterior, es que si una temática sobrepasa la capacidad de sobreponer el fenómeno de intervención a las creencias personales, entra en juego la ética: si no puedes con un tema debes declararte incompetente y entregar el caso a otro profesional, pero no pretender llegar a una intervención buscando la objetividad. Como dice Maturana: la pretensión de objetividad es una forma de dominación.También me llama la atención que los profesionales no sepan diferenciar entre un debate y una intervención: hay discusiones en las que no estamos atendiendo ningún sujeto de intervención, pues se dan en un nivel distinto de ejercicio profesional: la búsqueda de soluciones a problemas sociales, por lo que existe el derecho a opinar diferente al resto y eso no tiene porqué tener consecuencias en tu actuar profesional cotidiano. Decir "no estoy de acuerdo con X tema" no implica que vayas a realizar una mala intervención en tu ámbito de trabajo, por lo que argumentar "no puedo creer que hayan profesionales que piensen como tú" es un acto discriminatorio y arbitrario.Lamento que algunas clases de epistemología e intervención social presenten falencias y errores conceptuales tan graves como para llegar a pensar que somos acríticos, amorales y arreligiosos. Les recuerdo que antes de la reconceptualización se consideraba que también éramos apolíticos. Saludos.
La opinión que comentamos apareció en un grupo especializado de trabajo Social en una red social y pertenece a María Beatriz Gutiérrez B. a quien le reconocemos todos los créditos.
Agora bien, al menos desde nuestro punto de vista, aplicable en muchos aspectos. ¿Aborto?¿Eutanasia? y a la fecha en que se escribe este escrito...¿Tercer retiro de Afp?
Desde este humilde rincón del ciber espacio creemos que no debemos imponer nuestras creencias. Como lo hemos dicho ya en reiteradas ocasiones... Lo peligroso no es que tú creas en algo... lo peligroso es que quieres que lo crea yo
Un abrazo
El equipo de Creaturadio.NET
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