sábado, 19 de enero de 2008

hacer el amor con un perro es normal ?

La zoofilia (del griego zoon, "animal", y philia, "afinidad") es afinidad hacia los animales, que comúnmente se asocia o incluye una orientación sexual o una parafilia definida como la afinidad o atracción sexual que siente un humano en relación a animales no humanos. Este tipo de personas son conocidas como zoofílicos. Los términos zoosexualidad y zoosexual tienen el mismo significado respectivamente que las dos palabras antes descritas. Bestialismo o bestialidad hace referencia a la actividad sexual entre humanos y animales no humanos (a partir de aquí llamados simplemente animales). Para evitar confusión, este artículo utiliza el término zoofilia para la atracción sexual antes definida, y el término bestialismo para el acto sexual. Los dos términos son independientes: no todos los actos sexuales con animales implican a zoofílicos, y no todos los zoofílicos practican el sexo con animales.
La zoofilia es considerada en muchas ocasiones como antinatural, y el acto sexual con animales como un abuso de éstos o como un "crimen contra la naturaleza". Algunas personas, por ejemplo el filósofo y autor Peter Singer (involucrado en movimientos por los derechos de los animales), defienden que esto no es así. Aunque la investigación de la zoofilia se muestra optimista y apoya a los zoofílicos en su mayor parte, la cultura general se muestra hostil al concepto de la sexualidad animal-humana.
La actividad o el deseo sexual zoofílico no es considerado como patología por el DSM-IV (TR) (cuarto manual diagnóstico y estadístico de la American Psychiatric Association, asociación americana de psiquiatría), a no ser que vaya acompañado de angustia o que interfiera con el funcionamiento normal de la persona en cuestión. Críticos alegan que dichos comentarios en el DSM-IV no dicen nada sobre la salud mental y física del animal que tome parte en actos sexuales con personas; sin embargo, defensores de este tratado sostienen que la relación entre un humano y un animal puede ir más allá del mero acto sexual, que los animales son capaces de formar una relación amorosa duradera con otro animal o con un humano, y que tal relación no es funcionalmente diferente de ninguna otra relación sexual o amorosa.
Frecuencia de tendencias zoofílicas
No se sabe con exactitud la frecuencia con la que ocurren sentimientos de atracción sexual hacia animales; primero, debido a que sentimientos de este tipo, sin un comportamiento externo, no pueden ser registrados con facilidad; segundo, debido a la imprecisa diferencia entre un comportamiento zoofílico y uno de cariño corriente hacia la mascota; y tercero, debido también a la contención por parte de muchas personas de ligeros sentimiento zoofílicos. Por ello, la mayoría de las investigaciones se centran más en las características propias de la zoofilia, y no en cuantificar los casos en los que ocurre.
Encuestas científicas y otras informales estiman que un 1-2% o incluso hasta un 8-10% de la población sexualmente activa ha tenido alguna experiencia sexual destacable con un animal alguna vez en su vida. Un mayor número de personas (entre un 10% y un 30% dependiendo de la zona) han tenido alguna fantasía sexual o experiencia corta de este tipo. El porcentaje sube hasta un 50% al preguntar a jóvenes de zonas rurales cercanos a granjas, sin embargo estas cifras son dudosas. Como anécdota, My Secret Garden (1973), libro de sexualidad femenina de la autora Nancy Friday, contiene la contribución de unas 180 mujeres; de éstas, un 10% afirmaron tener un serio interés o una participación activa en la zoofilia.
Gente que no desea tener experiencias bestialistas en la vida real a veces tienen fantasías sexuales sobre actos de este tipo, por simple curiosidad o imaginación. Las tendencias zoofílicas latentes pueden ser comunes; un frecuente interés y excitación sexual en ver a animales copulando es una prueba de ello según Massen (1994).La zoofilia como forma de vida [editar]En contraposición con aquellos que sólo buscan pornografía o sienten curiosidad por la zoofilia, están aquellos que la consideran una forma de vida u orientación sexual. La edad en la que ocurre esto según estadísticas es generalmente a los 9-11 años, durante la pubertad. Aquellos que despiertan un gran interés por la zoofilia a edades menos tempranas normalmente se remiten también a la pubertad o a antes.
Los zoofílicos tienden a ver menos diferencias entre los animales y los humanos que el resto de la gente, e incluso en muchas ocasiones ven en los animales algunas virtudes de las cuales los humanos carecen (por ejemplo, honestidad). Tienden a pensar que la sociedad no comprende el bestialismo y que está mal informada sobre ella. Aunque algunos se sienten culpables por sentir atracción sexual hacia los animales, otros no se ven influenciados en su vida privada por morales ajenas.
La mayor dificultad que encuentran muchos zoofílicos es la incapacidad de poder hablar libremente con amigos, familiares o conocidos sobre sus relaciones con animales, y el miedo a ser rechazados, agredidos, o a que hagan daño a sus compañeros sentimentales si se llegara a saber su condición. Otros problemas comunes son extrema soledad (por la imposibilidad de dar a conocer su condición o por creer que son los únicos), y las repetidas muertes de los animales a quienes consideran compañeros del alma (debido a que la mayoría de animales tienen un periodo de vida menor que el un humano, y a que no pueden expresar sus sentimientos de pérdida con nadie). Los zoofílicos no citan a creencias religiosas como a su mayor preocupación, quizá porque, aunque muchas religiones condenan la zoofilia, ésta no es un tema del que se hable con frecuencia.
Las relaciones sexuales zoofílicas varían según la persona o el momento, y pueden estar basadas en relaciones similares a las parejas entre humanos (en particular, parejas monógamas), en relaciones amorosas entre animales (ambos participantes hacen sus elecciones en cuanto a pareja sexual se refiere, y el humano permanece como protector), y en variaciones de las mismas.
Los zoofílicos pueden tener o pueden no tener pareja humana o familia. Algunos zoofílicos sienten atracción hacia los animales como segunda opción, después de la atracción hacia humanos. Otros zoofílicos sienten lo contrario. En algunos casos la familia y los amigos son conscientes de las relaciones que mantiene un zoofílico; en otros casos, no. Esto puede llevar a sentimientos de culpa (es decir, el zoofílico no consigue decidir a cual de sus múltiples relaciones será fiel) o celos entre los amantes humanos. A veces los zoofílicos inician relaciones humanas para evitar sospechas sobre su orientación, o a causa de querer cumplir expectativas más tradicionales que las anteriores. Otros eligen formar relaciones menos serias con otras personas (como compañeros de piso o relaciones con otros zoofílicos) o vivir solos.
Perspectivas psicológicas y de investigación
El DSM-III-R (APA, 1987) afirmaba que el contacto sexual con animales es casi nunca un problema en sí mismo (Cerrone, 1991), y por esa razón este tratado (y también el que habría de venir a continuación, el DSM-IV; APA, 1994) lo sitúa bajo la clasificación de "parafilia no especificada".
Los primeros estudios detallados que incluían la zoofilia datan de 1910, mientras que los primeros en tener la zoofilia como tema principal son de alrededor de 1960. Todos los estudios significativos sobre el tema, desde Masters (1962) hasta Wienberg (2003), tienen unos principios y unas conclusiones comunes:
El aspecto principal a estudiar son los sentimientos, las relaciones y las causas de todo ello, no únicamente el acto sexual aislado o el deseo impulsivo. (Masters, Miletski, Beetz) La mayoría de zoofílicos tienen relaciones humanas. (Masters, Beezt) La sociedad en general está mal informada sobre la zoofilia. (Masters, Miletski, Weinberg, Beetz) Los sentimientos y el cariño de los zoofílicos por los animales pueden ser auténticos y, dentro de las capacidades del animal, recíprocos. (Masters, Miletski, Weinberg, Beetz) Al contrario de lo que piensa la gente, hay un cierto interés por la zoofilia "latente" en la sociedad, en forma de fantasías, cópula entre mascotas, o de forma real y consciente. (Nancy Friday, Massen, Masters) La zoofilia y el zoosadismo no son lo mismo, y están diferenciados claramente en cada uno de los estudios. Masters (1962), Miletski (1999) y Weinberg (2003) afirman que se está haciendo un daño social significativo al pensar que la zoofilia implica zoosadismo: "Esto destruye la vida de muchos ciudadanos". En ocasiones se han hechos estudios relacionados con la cantidad de bestialismo o zoosadismo existente entre criminales y gente con problemas psicológicos graves. Estos estudios no son profesionalmente aceptados como válidos en la investigación de la zoofilia, ya que sus resultados están condicionados por la preselección de personas a quienes se entrevista. Esta forma de enfocar el tema, usada en estudios antiguos con la intención de demostrar que la zoofilia es una patología, se considera no representativa y desacreditada.
fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Zoofilia
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1 comentario:

  1. La zoofilia es hermosa, no importa lo que la gente diga

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