Estimados amigos:
En nuestro diario recorrido por Internet nos encontramos con esta buena entrada relacionada a la factibilidad de tener sexo con un robot para eyaculadores precoces.
En ese contexto, en la diaria discusión con mis jóvenes alumnos, salen a la palestra una serie de reflexiones relacionadas al área moral.
No obstante, como muy bien lo plantea el artículo, pareciera que la utilización de robot sexuales fuera la consecuencia lógica y/o la evolución de las muñecas para el mismo fin, con la ventaja de que podrían ser usados indistintamente por hombre y por mujeres, dado que en la actualidad, la utilización de elementos externos para las féminas está restringida a consoladores o vibradores, pero poco se utilizan modelos con forma humana.
La pregunta que surge entonces es ¿Qué es lo que podría hacer necesaria la utilización de un robot, como la de una muñeca?
Las respuestas son múltiples y variadas, pero en nada cuestionables. Debemos recordar que en sexualidad nada existe que sea reprobable en la medida que sea entre personas adultas, con conocimiento de lo que hacen y con la suficiente capacidad de raciocinio para entender los riesgos y consecuencias de sus propias actividades.
En ese contexto, la autosatisfacción sexual es totalmente natural. La problemática radica en si se hace compulsiva o va en detrimento de una eventual relación de pareja
Así las cosas, parece ser poco adecuada la crítica. Los robot sexuales ya son una realidad, y con el avance de la tecnología su utilización será cada vez más masiva.
Los usos posibles en el futuro dirán relación con el tratamiento de diferentes disfunciones sexuales, tales como la eyaculación precoz o la anorgasmia, como asimismo la incesante búsqueda de la satisfacción sexual en hombres y mujeres, que por libre voluntad o no, carecen de un compañero sexual.
El futuro tiene la palabra
El equipo de No cruces el río con botas.NET
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