lunes, 4 de febrero de 2008

que hacer ante la violencia intrafamiliar

5 pasos básicos
La violencia intrafamiliar no es un problema nuevo aunque sin duda es cada vez más próximo. Esta guía le ayudará a seguir los pasos básicos para actuar ante una agresión, tanto si es usted víctima de una, como si desea ayudar a alguien que la sufre. Recuerde que todas las personas pueden y deben ayudar siempre que estén preparadas, sobre todo cuando la ayuda especializada no está disponible, cuando han detectado algún indicador de maltrato, una situación de violencia o cuando alguna víctima les ha solicitado ayuda o revelado su caso.
1- Determine y clasifique el tipo de violencia involucrada.
Aunque parezca solo teoría es muy importante que conozca y sepa clasificar la violencia en cuestión, de esta manera podrá expresarse mejor ante la policía, médicos, jueces y otros profesionales, los que a su vez le comprenderán claramente. Por otra parte, a quienes desean ayudar a una víctima de violencia intrafamiliar, conocer los conceptos correctos les facilitará el entendimiento de la situación.
Por violencia intrafamiliar nos referimos a todas las situaciones o formas de abuso de poder o maltrato (físico o psicológico) de un miembro de la familia sobre otro o que se desarrollan en el contexto de las relaciones familiares y que ocasionan diversos niveles de daño a las víctimas de esos abusos.
La violencia intrafamiliar se puede clasificar en cuatro categorías:
Violencia hacia la mujer y al interior de la pareja. Maltrato infantil. Violencia hacia el adulto mayor. Violencia hacia los discapacitados. Complemente esta información en el menú Categorías de violencia de este sitio web.
Y pude adoptar las siguientes formas:
Violencia física. Violencia psicológica. Abandono. Abuso sexual. Abuso económico.
2- Infórmese sobre la ley vigente y la forma de denunciar.
La legislación nos es un mero tecnicismo, existe para ayudarle y conocerla es una obligación. La denuncia no es solo una formalidad, sino la medida más efectiva de protección. Conocer la ley le permitirá, como víctima, citarla ante los profesionales competentes (policías, abogados, asistentes o trabajadores sociales, etc.) y entregarles así un claro mensaje de que, aún cuando han sido violentados, conoce sus derechos y los toma muy seriamente. Por otra parte, a quienes desean ayudar a una víctima de violencia intrafamiliar, conocer la ley les facilitará el proceso de orientación. Escapar de la violencia intrafamiliar requiere necesariamente de una etapa legal, la cual se inicia con la denuncia de los hechos.
La denuncia deberá contener siempre un relato detallado de lo acontecido, así como de experiencias anteriores, además de la identificación clara del agresor. En los casos en que la víctima huya del hogar para su protección, la denuncia es imperativa pues deberá expresar claramente que esta medida respondió al peligro que corría su integridad física y que no constituye por tanto abandono del hogar.
En general la víctima de violencia intrafamiliar o quienes conozcan los hechos, siempre podrán efectuar una denuncia y resguardarse ante la autoridad policial, esta le remitirá al juzgado o autoridad competente. Generalmente el juez podrá ordenarle al agresor que abandone la casa, el pago de pensión alimenticia temporal para sus hijo(as) y otras medidas que evitarán que el agresor se le acerque.
3- Tome medidas de protección.
La mejor y primera medida que debería tomar cualquier persona para protegerse y/o evitar un nuevo incidente de violencia intrafamiliar es denunciar el hecho. Por otra parte, tanto víctimas como quienes desean ayudarles pueden minimizar las consecuencias de una agresión preparando algunas condiciones de seguridad y actuando de acuerdo a un plan de acción ante un incidente violento.
Las siguientes son las condiciones de seguridad que se deben procurar cumplir:
Saque cualquier arma de la casa. Memorice los números de teléfonos de emergencia y de familiares. Habilite al menos una habitación para que pueda cerrarse por dentro. Prepare un bolso con equipaje de emergencia como ropa, zapatos, copias de documentos importantes, copia de la llave del auto, dinero en efectivo, direcciones y medicamentos. Guarde el bolso en un lugar seguro fuera de la casa. Identifique un lugar (hogar) a donde pueda ir en caso de que tenga que escapar. Identifique una ruta de escape hacia las ventanas y puertas por las que sea factible salir de su casa. Coordine con los vecinos en los cuales confía señales o claves que le indiquen cuando llamar a la policía. Enséñele a sus hijos e hijas, familiares dependientes o semidependientes que vivan con usted, a no interferir en una pelea, ponerse a salvo, llamar a la policía y dar su dirección y número telefónico. Si cumple con las condiciones de seguridad mencionadas puede poner en práctica el siguiente plan de acción ante una agresión inminente:
Aléjese de la cocina o de donde se guarden cuchillos que puedan ser utilizados como armas.
Aléjese de los espacios cerrados o habitaciones pequeñas donde le puedan atrapar. Corra y utilice inmediatamente la ruta de escape previamente planificada. Si esta ha sido bloqueada diríjase a la habitación habilitada para cerrarse por dentro y enciérrese. Gríteles a los niños u otros familiares dependientes para alertarlos. Llame a la policía. Como último recurso, si todo ha fallado y está siendo golpeada, póngase en una esquina contra la pared y agáchese, acerque la cabeza lo más posible a las rodillas y protéjase la cara y cabeza con las manos y brazos, utilice los codos para cubrir las costillas, al estar contra la pared podrá proteger su espalda, parte trasera de las costillas y órganos como los riñones, ante la menor oportunidad corra y ejecute el plan de acción.
Si ha sido víctima de maltrato físico, busque ayuda médica y denuncie el hecho en cuanto reciba atención, tómese fotos de las heridas o lesiones que tenga. Es muy importante, de cara a futuras actuaciones, que queden formalmente denunciados los hechos. No utilice estas medidas para enfrentar reiteradas agresiones, en general solo podrá ponerlas en práctica una vez, en la próxima ocasión el agresor conocerá su modo de operar y se adelantará a sus acciones.
4- Sepa como reaccionar y ayudar adecuadamente.
Para escapar de la violencia intrafamiliar toda víctima deberá reaccionar tomando medidas concretas que le ayuden a manejar sus temores y reforzar su seguridad:
Interiorícese de las acciones para minimizar los riesgos que pueden tomarse y los derechos que posee según la legislación vigente. Pida apoyo a personas de su confianza. Identifique y contacte centros de atención y organizaciones a los que puede acudir. Quienes le rodean (familiares, amistades, vecinos, compañeros de trabajo) le ayudarán a enfrentar el proceso, muchos le agradecerán la oportunidad de hacerlo.
Por otra parte, quienes desean ayudar a las víctimas deben asumir que:
Si usted no es un profesional relacionado a la problemática familiar, su misión se limita a brindarle apoyo a la víctima y denunciar las situaciones de maltrato a las autoridades y especialistas competentes. Esto sin embargo, no es menos importante y por el contrario es, en muchas ocasiones, la intervención que hace la diferencia entre mantener o detener una situación de violencia intrafamiliar.
Para apoyar adecuadamente:
Interiorice que las víctimas no son masoquistas, sino que quedan atrapadas en el ciclo de la violencia y comúnmente se identifican con el agresor como defensa. Preséntese como una persona preocupada, interesada por su salud y bienestar y dispuesta a ayudar y brindar apoyo. Asegúrele confidencialidad a la víctima para que sienta confianza de hablarle abiertamente, Procure tener el tiempo necesario para la conversación y busque un lugar privado para tenerla. Anímela a hablar pero no la presione, si ella no le ha sugerido el tema del abuso, usted no lo haga directamente, utilice preguntas abiertas y facilitadoras que la ayuden a pensar y ordenar sus ideas como: Te veo preocupada(o), ¿Tienes algún problema en casa?, ¿Te ha pasado algo que te hace sentir mal?, ¿Cómo van las cosas en la familia? Espere las respuestas y escuche con atención, intente comprender no solo lo que dice sino también lo que siente. Hágale saber que la escucha, le cree y entiende. Apóyela sin juzgarla, emitir juicios y sin poner en duda su interpretación de los hechos. Preocúpese de mantener, para facilitar la comunicación, un correcto leguaje corporal (contacto visual, tono de voz suave, gestos acogedores, postura receptiva) y una actitud empática. Si habla con un niño o niña utilice palabras simples, oraciones cortas y preguntas sin negativos. Si la víctima le ha reconocido su condición de tal no muestre pánico, incredulidad o shock. Hágale saber que está bien que lo cuente, que su situación tiene remedio y que la toma de conciencia es el primer paso para salir de la violencia. Alerte a la víctima sobre los riesgos que corre, ella no puede cambiar el comportamiento de su agresor y las disculpas o promesas no detendrán la violencia. Indíquele que su seguridad y salud son la primera prioridad y que por lo tanto debe protegerse y cuidarse. Anímela a buscar ayuda profesional tanto psicológica como jurídica. Ofrezca su compañía, déle el tiempo que necesite para tomar sus propias decisiones, acepte su ritmo. Aún cuando no esté preparada para hacer cambios fundamentales en su vida, no le quite el apoyo y siempre agradézcale que haya confiado en usted. Déjele un número de teléfono o forma de comunicarse para conversar o saber cómo está. Evite consejos que puedan resultar dañinos o peligrosos:
No la rescate tomando decisiones por ella. No se ofrezca para hablar con la pareja y arreglar las cosas. No la incite a aceptar la situación a causa de los niños. No la invite a poner un poco más de esfuerzo, sacrificio y paciencia. No pierda de vista que es su salud y su vida las que están en peligro. Cuando el abusado sea un menor de edad, anciano o discapacitado con determinados grados de dependencia, asegúrese además de hacerle saber que el abuso es ilegal, que va a hacer lo mejor para ayudarlo y protegerlo, que respetará su intimidad y sólo se lo hará saber a las personas adecuadas para ayudarlo, recuerde que el rol de investigar le corresponde solo a las autoridades competentes, a quien se entera o sospecha del abuso le corresponde informar y hacer o facilitar la denuncia.
5- Utilice todos medios a su alcance y favor.
Existen muchas razones por la cual puedan existir dudas en recurrir a todas las instancias posibles para detener la violencia. Si no lo hace ya sea porque su ánimo no es de venganza, piensa que el castigo que puede recibir el agresor está sobredimensionado, usted no es la persona agredida y no desea involucrarse en un problema mayor, siente que aún hay amor, entre otras; mantendrá presente el peligro de que el agresor use más violencia para restablecer el control.
Si la víctima utiliza todos los medios a su alcance, estará mejor protegida, tendrá más tiempo para pensar, respirar y actuar, pues el agresor desviará su atención hacia el peso del sistema que está cayendo sobre él y le estará entregando un claro mensaje de que sus maniobras ya no funcionarán, además podrá prevenir así que intente vengarse.
Ante hechos de violencia diríjase y/o acompañe a la víctima a centros de atención y casas de acogida, estos tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades de los involucrados en situaciones de violencia intrafamiliar. En ellos le podrán auxiliar, atender consultas jurídicas o médicas, asesorar de acuerdo a la especialización de cada uno, remitir a otras organizaciones y en general acoger ante hechos de maltrato.
También puede tomar contacto con organizaciones relacionadas con la problemática de la violencia intrafamiliar, los derechos humanos, la violencia de género entre otras, orientadas de acuerdo a su especialización, a la investigación del fenómeno y la atención de las familias, las mujeres, niños y niñas, adultos mayores, discapacitados y agresores en su calidad de involucrados y afectados.
Finalmente...
Recuerde que una víctima necesita tiempo, paciencia, desahogo, solidaridad, protección, recursos, revalorización como persona, información sobre sus derechos, expectativas realistas, estrategias de resolución, instrucciones en un lenguaje claro y directo, ponerse en contacto con personas que desaprueben la violencia. Aún cuando entendamos el hecho de que comprender los sentimientos de otra persona no significa necesariamente que estemos de acuerdo con lo que dice o piensa, es un hecho que no todos estarán en condiciones de soportar la dura tarea emocional que implica acoger a una víctima de violencia intrafamiliar. Cuando esto suceda, ofrézcale conducirla con quien pueda abordar la situación, idealmente un profesional (de la salud, asistencia social, judicial, policial, etc.).
Para poner fin y prevenir la violencia intrafamiliar necesitamos trabajar juntos. Mantenga un comportamiento no violento y respetuoso en sus acciones diarias. Plantéese como objetivo, propiciar un modelo de familia que sea un espacio de encuentro gratificante, que potencie las capacidades y posibilidades de todas las personas que lo integran, donde existan relaciones igualitarias entre mujeres y hombres, equilibrio en la toma de decisiones, en la distribución del tiempo, en el reparto de las responsabilidades, tareas domésticas y de cuidado a los miembros dependientes como niños y niñas, ancianos y/o discapacitados.
Ningún argumento o razonamiento justifica el uso de la violencia, esta es incompatible con la dinámica familiar y no es un método válido para resolver conflictos pues solo sirve para someter y controlar

fuente: mailx mail.com

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