miércoles, 5 de marzo de 2008

Las mil y una formas de practicar el sexo

El modo de expresar la sexualidad presenta variaciones no sólo según las épocas, sino también en las distintas áreas geográficas.

En algunas regiones del planeta, los prolegómenos antes del sexo no consisten en una cena romántica con velas y champán. En Yemen (Arabia), antes de cualquier relación sexual, algunas mujeres pintan de negro su piel con pigmentos naturales. Se cree que este color estimula la potencia sexual masculina.

Edad de iniciación

Por otro lado, tampoco hay una edad universal a la hora de comenzar con las relaciones sexuales.

Algunas poblaciones llaman la atención por empezar desde una edad muy temprana a practicar el sexo. Un ejemplo, los habitantes del pueblo africano chewa, que consideran necesaria la actividad sexual durante la niñez para ser fecundos en estado adulto.

Tampoco se queda atrás el grupo étnico de los Lepcha de la India, que fomentan las relaciones sexuales entre preadolescentes y adultos. En la misma dirección actúa la sociedad de los Muria (también en la India): tiene escuelas donde los chicos y chicas comparten todas las actividades, incluida la sexual.

Las creencias y fetichismo alcanzan niveles difíciles de imaginar en ocasiones. Éste es el caso de algunas tribus africanas donde durante muchos años los jóvenes realizaban felaciones a los ancianos bajo la convicción de que el semen era un "líquido vital". No obstante, si se veía a un joven extremadamente feliz o vigoroso, fuerte o con un rápido desarrollo, era castigado por "tragón".

Homosexualidad y zoofilia

El tema de la orientación sexual también se trata de modo muy distinto en función donde nos encontremos. Mientras que en Irán se persigue la homosexualidad hasta con la pena de muerte, en Nueva Guinea algunos grupos sociales acostumbran a que los jóvenes tengan relaciones con personas del mismo sexo hasta el matrimonio. A partir de ese momento mantienen de forma exclusiva relaciones heterosexuales.

Algunas prácticas asociadas a una conducta desviada como la zoofilia no están mal vistas en ciertos sitios. En algunos pueblos de África, los adolescentes deben de copular delante de los mayores con una oveja, como parte del rito de iniciación.

Por su parte, el periódico The Scotish Sun publicó que en algunas zonas del Líbano está permitido que los hombres practiquen el sexo con animales, siempre y cuando sea una hembra. Si la cópula se hace con un animal del mismo sexo puede ser castigado con la pena capital.
Adulterio y poligamia

Son muchas las culturas y civilizaciones donde la infidelidad no sienta muy bien. A la hora de combatirla, algunos toman medidas drásticas. Los hombres bantúes (África Sudecuatorial) untan su pene con un veneno antes de hacer el amor con su esposa. Están convencidos de que el veneno no afectaría a la esposa pero sí al posible amante.

Esta práctica contrasta con la actitud generosa de algunos esquimales, que son tan hospitalarios que acostumbran a agasajar a sus visitantes masculinos ofreciéndoles una noche con su mujer.

Por el contrario, entre los miembros de la sociedad de los Turu de Tanzania, se da por hecho que las mujeres tienen amantes, pero es su obligación mantenerlo en secreto. Para ello colaboran los vecinos con su silencio.

Otro elemento diferencial es la frecuencia con la que se mantienen relaciones sexuales. En algunas casos resalta la escasez: la tribu de los Dani de Nueva Guinea demora durante dos años el sexo después de la boda, y cinco años después del nacimiento de un hijo. En otras ocasiones resalta el exceso: los Lepcha pueden llegar a diez relaciones por día.

Sin duda, hay mil y una formas distintas de practicar el sexo. Algunas resultan muy difíciles de comprender.

fuente: http://www.adn.es/sexo/20080212/NWS-3237-practicar-formas-sexo-mil.html

opinión:

Un buen artículo publicado en un periódico digital que nos hace pensar que no resulta facil aceptar las diferencias culturales. Indiscutiblemente que hay algunas más fáciles que otras. Nos cuesta aceptar la zoofilia con penetración o la cópula con ancianos.

Pero el fondo del tema es que lo que es bueno para una cultura puede no serlo para otra y visceversa

Cuando se analiza una cultura, se debe analizar desde el punto de vista de la cultura observada y no del observador.

Si este principio de la antropología cultural hubiera sido observado en los siglos 17 y 18 , probablemente no se hubiera aniquilado la cultura araucana, los derechos de los indígenas serían respetados y con toda seguridad la iglesia católica no habría permitido la expulsión de los jesuitas del país, a quienes hay que reconocer muchos de los grandes avances tecnológicos con que hoy contamos.

Siempre he sido crítico con la iglesia católica. Sus principios no son malos, lo que es malo es la forma en la actúa, la que normalmente se contrapone con los mencionados principios.

Un abrazo

Educavent

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